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Rehabilitación y Recuperación: Cómo abordar la recuperación de una lesión

Rehabilitación y Recuperación: Cómo abordar la recuperación de una lesión

Cuando alguien sufre una lesión, la recuperación es una parte necesaria e importante del restablecimiento de la salud y el bienestar. Tanto si la lesión es consecuencia del deporte o de otras actividades, como si se trata de una afección médica o quirúrgica, cuidar y gestionar el proceso de recuperación es esencial. La rehabilitación y la recuperación de una lesión requieren un programa minucioso y cuidadosamente planificado.

La rehabilitación y la recuperación implican diversas técnicas, como reposo, hielo, compresión, ejercicios de fuerza y de amplitud de movimiento. Es relevante adaptar la rehabilitación al tipo, gravedad y localización de la lesión y tener en cuenta las necesidades físicas, emocionales y psicológicas de la persona.

Descanso

El descanso es esencial para la recuperación de una lesión. Permite al cuerpo concentrar su energía en curar la zona lesionada. Demasiada actividad puede aumentar el riesgo de nuevas lesiones y retrasar la recuperación. En algunos casos, puede aconsejarse un breve periodo de reposo en cama.

Hielo

Aplicar hielo en la zona afectada puede ayudar a reducir el dolor, la inflamación y la hinchazón. El hielo debe aplicarse durante periodos no superiores a 15 – 20 minutos cada vez. El tratamiento con hielo debe aplicarse varias veces al día, utilizando una barrera, como un paño, entre el hielo y la piel, para reducir el riesgo de dañar los tejidos.

Compresión

Usar compresión, como un vendaje compresivo, puede ayudar a reducir la hinchazón y proporcionar soporte a la zona afectada. La compresión no debe ser tan apretada que cause molestias o restrinja la circulación sanguínea.

Ejercicios de fuerza

Una vez recuperada la fuerza, pueden iniciarse actividades como caminar suavemente, saltar y correr (en caso de lesiones de miembros inferiores), o ejercicios ligeros de lanzamiento y suelo. Es importante progresar gradualmente en estos ejercicios y aumentar el nivel de dificultad cuando se pueda hacer con facilidad.

La rehabilitación puede requerir el uso de equipos e instalaciones especiales. Por ejemplo, los que se recuperan de lesiones pélvicas o de la médula espinal pueden necesitar aparatos especiales para hacer ejercicio.

Ejercicios de amplitud de movimiento

Los ejercicios de amplitud de movimiento ayudan a mantener y mejorar la flexibilidad y la facilidad de movimiento de las articulaciones. Estos ejercicios pueden incluir el movimiento de la articulación a través de su amplitud normal de movimiento y pueden realizarse en casa con o sin la ayuda de un fisioterapeuta u otro profesional sanitario.

Cuidados de seguimiento

Una vez completada la recuperación de la lesión, pueden ser necesarios cuidados adicionales para reducir el riesgo de nuevas lesiones o para mejorar el rendimiento. Estos cuidados de seguimiento pueden implicar la reanudación de la actividad física y/o asesoramiento sobre formas de mantener o mejorar la fuerza y el acondicionamiento.

Prevenir una nueva lesión

Es importante tomar medidas para prevenir una nueva lesión. Esto incluye estirar y calentar adecuadamente antes de cualquier actividad, utilizar la técnica adecuada al ejecutar una tarea y tomar descansos regulares. Además, el uso de equipos de protección adecuados, como almohadillas y cascos, puede reducir el riesgo de lesiones.

La rehabilitación y recuperación de una lesión es un proceso que implica diversas técnicas y tratamientos. Es relevante trabajar con un profesional médico cualificado para garantizar que se elabora y aplica el mejor programa de recuperación. Con los cuidados y el tratamiento adecuados, es posible una recuperación completa y satisfactoria.

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