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5 tipos de manchas en la piel

5 tipos de manchas en la piel

Independientemente de su tamaño, color o tipo, las manchas en la piel pueden suponer un grave problema de salud. Las manchas en la piel pueden ser un signo de algo mucho más importante que debe ser examinado y tratado por un profesional médico. Si tienes manchas en la piel que te preocupan, he aquí cinco tipos comunes de manchas en la piel a las que debes prestar atención.

1. Acné

El acné se produce cuando los aceites de la piel y las células muertas tapan los poros. El acné es una afección frecuente que puede aparecer en brotes activos o cicatrices antiguas. Las erupciones suelen ser rojas e hinchadas y pueden ser difíciles de cubrir. Las cicatrices del acné son el resultado de un acné que se ha curado y pueden adoptar la forma de cicatrices elevadas o manchas oscuras. El acné puede aparecer en cualquier zona del cuerpo y es más frecuente en los adolescentes, pero puede durar toda la vida adulta.

2. Psoriasis

La psoriasis es una afección crónica en la que las nuevas células se producen con demasiada rapidez. Esta afección puede provocar la formación de placas cutáneas gruesas, rojas y con picor y escamas plateadas. La psoriasis afecta más a menudo a las rodillas, codos y cuero cabelludo, pero también puede afectar a otras partes del cuerpo.

3. Eccema

El eccema es otra afección cutánea crónica que puede aparecer como una piel enrojecida, con picor e inflamada. Esta afección suele empeorar con el tiempo cálido, o después de haberte expuesto a un alérgeno, como un determinado jabón o alimento. El eccema puede aparecer en casi cualquier parte del cuerpo.

4. Rosácea

La rosácea es una afección crónica de los vasos sanguíneos por debajo de la superficie de la piel. Cuando una persona padece rosácea, tiene enrojecimiento que puede extenderse desde la nariz y las mejillas a otras zonas faciales. También puede desarrollarse hinchazón y bultos. Estos síntomas y desencadenantes de un brote pueden variar de una persona a otra y empeorar con el tiempo.

5. Vitíligo

El vitíligo es una afección cutánea en la que las manchas de la piel pierden su color. Esta afección se produce cuando unas células llamadas melanocitos son atacadas por el sistema inmunitario del organismo y, como resultado, las zonas del cuerpo en las que se perdió el color se vuelven blancas. Las manchas blancas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y también en el pelo.

Ahora que hemos hablado de las cinco manchas más comunes en la piel, es importante recordar que estas afecciones pueden ser muy dolorosas, tanto física como emocionalmente. Si padeces alguna de estas afecciones, es aconsejable que acudas a un médico. Además, todas estas afecciones cutáneas pueden tener desencadenantes diferentes, por lo que puede serte útil llevar un diario de cuándo empeoran tus síntomas. De este modo, tú y tu médico podrán trabajar juntos para encontrar los mejores cursos de acción.

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Golpe de calor: cómo reconocer los síntomas

Golpe de calor: cómo reconocer los síntomas

Debido a las altas temperaturas que estamos viviendo, especialmente en Santiago, el riesgo a sufrir un Golpe de Calor es muy alto. El golpe de calor, es cuando el organismo se sobrecalienta debido a la exposición prolongada a temperaturas elevadas, y puede ser bastante peligroso si no se reconoce y trata rápidamente. Este artículo tratará sobre qué es un golpe de calor y cómo reconocer sus síntomas, junto con consejos importantes para evitarlo.

El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal asciende a 40 °C o más. Puede ser mortal si no se interviene con rapidez. Ocurre cuando el organismo ya no puede regular su temperatura. Como resultado, el cuerpo se calienta rápidamente y pierde su capacidad para enfriarse adecuadamente. En consecuencia, los órganos internos, los músculos y los tejidos comienzan a descomponerse, lo que provoca el golpe de calor.

Síntomas del golpe de calor

Hay algunos signos reveladores del golpe de calor a los que hay que prestar atención. Los síntomas pueden variar en función de la gravedad del golpe de calor, pero algunos síntomas comunes son:

  • Temperatura corporal extremadamente elevada
  • Alteración del estado mental (confusión, agitación o coma).
  • Pulso rápido
  • Sudoración profusa
  • Enrojecimiento de la piel
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Dolor de cabeza
  • Mareos
  • Calambres musculares.

¿Quién corre riesgo de sufrir un golpe de calor?

Aunque cualquiera puede sufrir un golpe de calor, hay ciertos factores que pueden aumentar el riesgo. El factor más evidente es la exposición prolongada a temperaturas elevadas. Pero otros factores de riesgo son:

  • Deshidratación
  • Esfuerzo físico excesivo
  • Calor intenso
  • Antecedentes de agotamiento por calor o golpe de calor.

Tratamiento del golpe de calor

Si sospechas que alguien sufre un golpe de calor, debes acudir inmediatamente a un servicio de urgencias. Mientras esperas a que llegue la ayuda médica, debes llevar a la persona a un lugar fresco, idealmente un edificio con aire acondicionado, y acostarla en una habitación fresca.

También puedes ayudar a enfriar a la persona aplicando agua fría sobre la piel, limpiando suavemente con un paño húmedo si no está plenamente consciente y, si los hay, aplicando compresas de hielo o agua fría en el cuello, las axilas y la ingle para ayudar a bajar rápidamente la temperatura corporal de la persona.

Cómo evitar el golpe de calor

Hay algunas medidas que puedes tomar para ayudar a prevenir el golpe de calor. 

  • Viste con ropa ligera y de colores claros. 
  • Permanece en el interior todo lo posible, sobre todo en la parte más calurosa del día. 
  • Bebe muchos líquidos, preferiblemente agua. 
  • Evita las bebidas con alcohol o cafeína, ya que pueden favorecer la deshidratación. 
  • Nunca dejes a niños, personas con necesidades especiales o animales en un auto cerrado y con las puertas bloqueadas cuando haga calor.

Si tú o alguien que conoces corre el riesgo de sufrir un golpe de calor, toma precauciones extraordinarias — y recuerda que los consejos para evitar un golpe de calor son la clave para que pases un verano sano y a salvo. Tomando las precauciones adecuadas e identificando los síntomas, el golpe de calor puede tratarse y evitarse.

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Cómo actuar ante una insolación – Consejos para prevenirla y tratarla

Cómo actuar ante una insolación – Consejos para prevenirla y tratarla

¿Estás familiarizado con el término “insolación”? Es una afección que se produce cuando te expones a un exceso de luz solar y calor durante un periodo de tiempo prolongado. Puede ser una afección grave y requiere un tratamiento oportuno. En este artículo analizaremos con más detalle la insolación, sus síntomas, tratamiento y métodos de prevención.

¿Qué es la insolación?

La insolación es una afección que se produce cuando el cuerpo está expuesto a un calor excesivo y tiene dificultades para controlar su temperatura. Cuando esto sucede, la temperatura corporal aumenta anormalmente, aumentando el riesgo de deshidratación y lesiones. La insolación puede ser leve o grave, y si no se trata, puede ser peligroso.

Síntomas de la insolación

Los síntomas más comunes de la insolación son náuseas, vómitos, mareos, dolor de cabeza, fiebre, taquicardia y piel fría y húmeda. En los casos más graves, la insolación puede provocar confusión, pérdida de conciencia e incluso convulsiones. Si tú o un ser querido muestran alguno de estos síntomas después de haber estado al sol, es importante acudir inmediatamente al médico.

Tratamiento de la insolación

Si tú o alguien que conoces experimentan los síntomas de la insolación, la primera prioridad es trasladar a la persona a una zona más fría y fuera del sol. Es fundamental mantener a la persona hidratada con agua o bebidas con electrolitos, y mantenerla lo más quieta posible para minimizar el esfuerzo.

Si la persona parece tener síntomas graves, es importante buscar atención médica inmediatamente. En Mueve Salud, podemos proporcionarte la atención que necesitas de forma oportuna. También podemos darte consejos para prevenir que vuelvas a tener insolaciones en el futuro.

Prevención de la insolación

La mejor manera de prevenir la insolación es limitar la exposición a la luz solar directa e hidratarse. Asegúrate de beber mucha agua a lo largo del día, especialmente si realizas alguna actividad física. También es buena idea vestir con ropa clara y holgada y llevar un sombrero para proteger el rostro y la cabeza de los rayos del sol.

Si vas a estar mucho tiempo al aire libre, intenta hacer pausas para salir del sol y colocarte a la sombra para refrescarte e hidratarte. También puedes enfriar las zonas calurosas de tu casa, como los balcones, encendiendo ventiladores y/o acondicionadores de aire.

Como puedes ver, la insolación es una afección grave que requiere un tratamiento oportuno. Es importante conocer las señales de advertencia de la insolación y qué hacer si tú o alguien más experimentan sus síntomas. También es crucial tomar precauciones para evitar la insolación, como limitar la exposición a la luz solar directa e hidratarse.

Las revisiones médicas periódicas con un médico general pueden detectar los síntomas de la insolación antes de que se conviertan en crónicos. Pide tu hora con un profesional en Mueve Salud para detectar enfermedades frecuentes y poner en marcha estrategias para proteger tu salud a largo plazo. Con atención periódica, además de conocer los síntomas y tomar medidas preventivas, tú y tu familia pueden protegerse mejor de los peligros de las insolaciones y otras dolencias estacionales.

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¿Es resfriado de verano o es alergia?

¿Es resfriado de verano o es alergia?

El verano está aquí y con él vienen muchas cosas maravillosas como los días más largos, la luz del sol y la posibilidad de hacer más actividades al aire libre. Sin embargo, para algunas personas también trae consigo síntomas insoportables como el estornudo, ojos llorosos, nariz congestionada e irritación de la garganta. 

Estos síntomas están asociados comúnmente con el resfriado, pero también pueden ser un signo de alergia de verano.  A diferencia del resfriado, que es causado por un virus o infección bacteriana, la alergia es una respuesta del sistema inmunológico del cuerpo a los alérgenos transportados por el aire, como el polen y el moho.

Es importante determinar si tiene un resfriado de verano o alergia para que pueda tomar las medidas adecuadas para ayudar a mitigar los síntomas. 

Esta publicación quiere ayudar con información esencial sobre el resfriado verano vs. alergia para que pueda comprender la diferencia.

Síntomas del resfriado de verano

El resfriado de verano es similar a cualquier otro resfriado en muchas maneras. Normalmente, comienza con una sensación de dolor de garganta seguida de estornudos, nariz congestionada, tos, lagrimeo, y dolor de cabeza leve. Debido a que el resfriado de verano es causado por virus, también es común que experimente dolor de cuerpo y fatiga. La diferencia principal entre un resfriado convencional y un resfriado de verano es que el resfriado de verano tiende a durar menos, generalmente de siete a diez días.

¿Puede ser alergia de verano?

Además de los síntomas mencionados anteriormente, la alergia de verano también puede incluir algunos de los ojos típicos principales, tales como picazón en los ojos, ojos rojos e hinchados y lagrimeo. Esto se debe a que los alérgenos del aire, como el polen y el moho, entran a los ojos y causan una reacción alérgica. Casi un 40% de la población sufre de alergias, por lo que es importante prestar atención a qué desencadena los síntomas para ayudarlo a identificar si tiene uno. A veces hay una razón necesaria en algún momento del año.

¿Cómo sé si se trata de un resfriado de verano o alergias?

Una de las mejores maneras de identificar que está experimentando un resfriado de verano o alergia es pensar acerca de cuándo los síntomas aparecieron. Si los síntomas aparecen justo después de un día al aire libre, podría ser una señal de que haya sido expuesto a los alérgenos del aire. Del mismo modo, si el resfriado pasa dentro de una semana, esto también podría ser una señal de que se trataba de alergias y no un resfriado. Es posible que necesite la ayuda del médico para confirmar sus sospechas, ya que a veces los síntomas pueden verse afectados por otras afecciones.

Tratamiento para un resfriado de verano o alergias

No hay cura para el resfriado o la alergia, pero hay medicamentos de venta libre que pueden ser útiles. Entre ellos se encuentran los antihistamínicos, descongestionantes, y analgésicos. Deben ser tomados con cautela, ya que muchos pueden tener efectos secundarios e interacciones con otros medicamentos. También hay algunos remedios caseros que pueden aliviar sus síntomas, como ducharse para ayudar a evitar que sus ojos se irriten con cosas como el polen. Para aquellos con alergias, otra forma de ayudar a aliviar sus síntomas es tratar de evitar los desencadenantes tanto como sea posible.

Es importante distinguir entre un resfriado de verano y alergia, ya que los métodos de tratamiento son diferentes. Si los síntomas duran más de seis semanas, es posible que tenga un resfriado resistente o una infección bacteriana, por lo que debe consultar a su médico.

Independientemente de lo que esté causando sus síntomas, recuerde que el descanso, la hidratación y una buena nutrición son clave para ayudar a su cuerpo a recuperarse.

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Ejercicio y Prevención de Enfermedades

Ejercicio y Prevención de Enfermedades

En el estilo de vida actual, rápido y sedentario, es crucial entender la importancia del ejercicio en la prevención de enfermedades. La actividad física regular no solo nos mantiene en forma, sino que también desempeña un papel significativo en el mantenimiento de nuestra salud y bienestar general. Este artículo analiza las formas en que el ejercicio ayuda a prevenir enfermedades y el concepto de prevención en la actividad física.

¿Cómo ayuda el ejercicio a prevenir enfermedades?

El ejercicio actúa como una herramienta poderosa para mitigar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades. La práctica de actividad física fortalece nuestro sistema inmunológico, haciéndolo más sólido y eficiente para combatir infecciones y enfermedades. El ejercicio regular reduce las probabilidades de sufrir enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad y ciertos tipos de cáncer.

Cuando nos ejercitamos, nuestro cuerpo experimenta diversos cambios fisiológicos. Ayuda a mejorar la circulación, reduce la presión arterial y los niveles de colesterol malo. También promueve el control del peso, lo cual es fundamental para prevenir enfermedades relacionadas con la obesidad. Además, la actividad física estimula la liberación de endorfinas, que son potenciadores naturales del estado de ánimo, y reduce los niveles de estrés.

Además, el ejercicio desempeña un papel vital en el fortalecimiento de nuestros músculos y huesos, reduciendo el riesgo de osteoporosis y fracturas a medida que envejecemos. Mejora la movilidad, el equilibrio y la flexibilidad, previniendo la aparición de caídas y lesiones relacionadas. La actividad física regular también mejora la calidad del sueño y ayuda a mantener un peso saludable.

¿Qué es la prevención en la actividad física?

La prevención en la actividad física se refiere a tomar medidas proactivas e incorporar ejercicio en nuestra rutina diaria para prevenir el inicio de enfermedades. Implica hacer un esfuerzo consciente para priorizar el bienestar físico y llevar un estilo de vida activo. La prevención se enfoca en reducir los factores de riesgo asociados con las enfermedades a través del ejercicio regular y hábitos saludables.

Un aspecto importante de la prevención es comprender el estado de salud y nivel de condición física de cada persona. Siempre es recomendable consultar con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier programa de ejercicio, especialmente si existen condiciones médicas preexistentes. El médico puede brindar orientación personalizada para garantizar una rutina de ejercicio segura y efectiva.

Incorporar una variedad de ejercicios en nuestra rutina es esencial para la prevención. Esto puede incluir actividades cardiovasculares como caminar, correr, nadar o andar en bicicleta para mejorar la salud del corazón. Los ejercicios de entrenamiento de fuerza ayudan a desarrollar músculos y mejorar la densidad ósea. Los ejercicios de flexibilidad, como el yoga o Pilates, aumentan la movilidad articular y disminuyen el riesgo de lesiones.

Crear el hábito de la actividad física regular es clave para la prevención. Comenzar con metas más pequeñas y aumentar gradualmente la intensidad y duración del ejercicio ayuda a establecer una rutina sostenible. Es importante encontrar actividades que nos gusten, ya que esto aumenta la adherencia y hace que el ejercicio sea más placentero.

¿Cómo nos ayuda el ejercicio en nuestra salud?

El ejercicio tiene numerosos beneficios para nuestra salud en general. Además de prevenir enfermedades, la actividad física regular contribuye a una serie de efectos positivos en nuestro cuerpo y mente. Mejora la salud cardiovascular, potenciando la salud y eficiencia del corazón y los vasos sanguíneos.

La práctica de ejercicio promueve el control del peso y ayuda a mantener un índice de masa corporal (IMC) saludable. Mejora la fuerza y resistencia muscular, aumenta la densidad ósea y mejora el rendimiento físico en general. El ejercicio también ayuda a controlar el estrés, reduce los síntomas de ansiedad y depresión, y potencia la función cognitiva.

Además, el ejercicio desempeña un papel crucial en la mejora de la calidad del sueño, lo que a su vez mejora el bienestar general. Aumenta los niveles de energía, mejora la función inmunológica y aumenta la longevidad. La actividad física regular también mejora la confianza en uno mismo y la imagen corporal, lo que conduce a una visión positiva de la vida.

Para experimentar estos beneficios y priorizar tu salud, es esencial incorporar el ejercicio en tu rutina.
Consulta nuestro servicio de Medicina General en Mueve Salud para obtener orientación personalizada y consejos de expertos. Reserva tu hora aquí y comienza una vida más saludable y feliz.

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